La cultura mesopotámica es una de las más fascinantes y enigmáticas. En ella, surgió el mito de unos seres divinos, los Anunnaki, que aún están envueltos en misterios por resolver y muchas incógnitas en cuanto a su existencia, si es que realmente existieron.
¿Quiénes eran estos seres? ¿Serán el origen de la secta reptiliana de la que se habla tanto en la actualidad? A continuación, haremos un recorrido fascinante sobre la historia de los Anunnaki y comprobaremos medias verdades que hoy se tienen como absolutas.
1. ¿Quiénes eran los Anunnaki?
Los Anunnaki se asocian con antiguos dioses mesopotámicos alados, venerados por los sumerios, que usaban gorros con cuernos y tenían la capacidad de controlar a la humanidad. Además, se cree que eran una raza de alienígenas prehistóricos provenientes del planeta Nibiru.
Pero lo que han afirmado investigadores expertos es que los Anunnaki no eran “alienígenas prehistóricos” ni provenían de un planeta llamado Nibiru. Esta idea proviene de interpretaciones modernas, especialmente de Zecharia Sitchin, y ha sido rechazada por la comunidad académica. En la antigüedad, los Anunnaki eran una clase de deidades poderosas en el panteón sumerio, acadio y babilónico, asociadas con el cielo, la tierra y el inframundo. No hay evidencia en las tablillas cuneiformes de que fueran extraterrestres o que usaran “gorros con cuernos” como símbolo de tecnología, sino como signo de divinidad.
2. ¿Los Anunnaki eran extraterrestres?
Mucho de lo que se sabe de la civilización sumeria deriva de información dejada en las tablillas de arcilla. Actualmente, estas tablillas son objeto de análisis y un autor afirmó que en ellas se revelan verdades increíbles como que los Anunnaki eran extraterrestres.
Zecharia Sitchin, en 1976, publicó el libro El 12° Planeta, que contenía las traducciones de al menos 14 tablillas vinculadas con Enki, uno de los hijos del dios An. En su obra, afirmaba que los sumerios estaban convencidos de que los Anunnaki venían de Nibiru, un lejano planeta.
Se cree que, en un momento, Nibiru pasó cerca de la Tierra y sus habitantes, los Anunnaki, hicieron contacto con nuestro planeta, hace aproximadamente quinientos mil años.
En su narrativa, expone que estos seres no solo querían establecer una amistad, sino que necesitaban oro para sostener la vida en su planeta; pero no podían extraerlo por sí mismos, por lo que se cree que manipularon genéticamente a los humanos y así estos pudieran hacer las extracciones de minerales valiosos.
Tal vez los argumentos de Sitchin en su libro suenen convincentes, pero existe una realidad en torno a su obra; y es que Zecharia Sitchin no era un especialista en lenguas antiguas ni arqueología. Sus traducciones de las tablillas sumerias han sido ampliamente desacreditadas por sumerólogos y orientalistas. El término “Nibiru” en los textos mesopotámicos no se refiere a un planeta habitado, sino a un “punto de cruce” astronómico o al carro del dios Marduk. No existe ninguna tablilla que menciona “quinientos mil años”, “extracción de oro por extraterrestres” o “manipulación genética”. Estas ideas son invenciones modernas sin base en la evidencia arqueológica.
3. La etimología de su nombre
El término “Anunnaki” proviene del sumerio Anunna-ki, una palabra compuesta que combina An (dios del cielo) y ki (tierra), por lo que su significado más aceptado en la investigación académica es “los de An y Ki” o, en un sentido más amplio, “los reales del mundo inferior”.
Aunque a menudo se ha difundido popularmente que “Anunnaki” significa “descendientes de An” o incluso “sangre principesca” y “semilla de Anu”, estas traducciones carecen de respaldo lingüístico y provienen de interpretaciones modernas sin fundamento en los textos antiguos.
En los documentos mesopotámicos, el término se usa para referirse a los grandes dioses del panteón, especialmente aquellos asociados con el destino, el inframundo y el orden cósmico, reflejando su estatus divino y su papel central en la religión sumeria, acadia y babilónica.
4. ¿Cómo nacieron?
En la mitología mesopotámica, los Anunnaki no son el resultado de uniones entre dioses y mujeres humanas, como se ha sugerido en algunas interpretaciones modernas. Según las fuentes antiguas, son deidades primordiales que surgieron en los albores del cosmos, vinculadas directamente al orden divino del universo.
En la cosmogonía sumeria, los Anunnaki son descendientes de An (el cielo) y Ki (la tierra), dos divinidades fundamentales que representan las fuerzas cósmicas opuestas y complementarias. En algunos textos, también se les presenta como hijos de otras deidades primordiales, como Lahmu y Lahamu, en el marco del complejo árbol genealógico descrito en el Enuma Elish y otras tradiciones babilónicas.
Lejos de ser semidioses o híbridos, los Anunnaki eran considerados dioses plenos, con autoridad sobre el destino humano, el inframundo y el orden natural. La idea de que nacieron de mujeres mortales es una analogía forzada con figuras como los Nefilim del Génesis, pero no tiene respaldo en los mitos mesopotámicos originales.
5. ¿Eran dioses o semidioses?
Los Anunnaki son asociados con las deidades sumerias de los primeros tiempos; una suerte de panteón de dioses hijos del dios del cielo Anu y su hermana Ki.
Algunos estudiosos del tema creen que los Anunnaki deben ser considerados semidioses o seres semidivinos, pues aparentemente Ki, la hermana de Anu, no era en principio una deidad, sino que el estatus de diosa le fue otorgado mucho después, según la historia del ciclo mítico.
Sin embargo, esta interpretación no se sostiene frente al análisis de los textos mesopotámicos originales. En la cosmogonía sumeria, Ki no era una figura mortal ni una entidad secular que ascendió a la divinidad; por el contrario, es una deidad primordial desde el inicio del relato mítico, surgida junto con An (el cielo) como parte del par cósmico fundamental que da origen al mundo.
Ella y An son considerados progenitores de las generaciones divinas siguientes, incluyendo a los Anunnaki. Por tanto, los Anunnaki no son semidioses, sino dioses plenos, nacidos del seno del orden cósmico divino.
Su estatus no deriva de una mezcla entre lo divino y lo humano, sino de su posición central en el panteón mesopotámico como entes que decretan destinos, gobiernan ciudades y administran el equilibrio del universo.
La idea de que Ki fue “deificada” posteriormente es una reconstrucción moderna sin respaldo textual, y no refleja la concepción antigua de una divinidad originaria y eterna.
6. ¿Dónde hay evidencia de la creencia en los Anunnaki?
Pese a que se desconoce mucho sobre los sumerios y su cultura, hay evidencia de sus creencias en importantes textos antiguos, como la “Epopeya de Gilgamesh”. En este texto acadio, que data del 1200 a. C., un personaje, Utnapishtim (sobreviviente del Gran Diluvio) habla de los Anunnaki como siete jueces del Inframundo.
Por otro lado, en la “Epopeya de Erra”, que data del siglo VIII a. C., a los Anunnaki se les describe como hermanos del dios Nergal, cuyo rol es causar estragos en la humanidad.
Pero esta descripción requiere aclaración: en la Epopeya de Gilgamesh, los Anunnaki no son solo siete, sino que también se les menciona como un grupo de cincuenta dioses que deliberan en conjunto, especialmente durante el diluvio. El número variable refleja su función simbólica más que una identidad fija.
Además, en la Epopeya de Erra, los Anunnaki no son hermanos de Nergal, sino que sufren su caos y huyen aterrorizados ante su poder; no son cómplices, sino víctimas del desorden que él provoca. La idea de un vínculo fraternal carece de respaldo textual y parece más una interpretación moderna que un dato fiel de la antigua literatura mesopotámica.
7. ¿Qué capacidades le dieron los Anunnaki a los humanos?
Para cuando la civilización sumeria se consolidó, los Anunnaki habían dotado a la gente de ciertas capacidades como la escritura, razonamientos matemáticos y la planificación de ciudades. Se cree que estas habilidades propiciaron el desarrollo de las sociedades actuales.
Según Sitchin, esta información está contenida en los textos antiguos y declaró al New York Times que los extraterrestres tenían la intención de crear una fuerza laboral primitiva con los Homo Erectus, dotándolos de genes que les permitieran pensar y usar herramientas para su provecho.
De ser cierto esto, los Anunnaki no fueron un invento, sino seres de otro planeta que llegaron a la Tierra para crear sujetos que pudieran servirles de esclavos para sus objetivos.
Algunos escépticos, pese a considerar que algunos textos sumerios pueden contener creencias atípicas, explican que tal vez las inusuales interpretaciones se deban al desconocimiento de los sumerios sobre la astronomía, fenómenos naturales como las inundaciones, especies animales exóticas, entre otros.
Sin embargo, Sitchin nunca hizo esa declaración al New York Times, y sus ideas no reflejan los textos originales. Los logros sumerios fueron producto humano, no dones alienígenas. En la tradición mesopotámica, es Enki, no los Anunnaki, quien otorga el conocimiento, dentro de un marco mitológico. La manipulación genética es una invención moderna sin respaldo en las tablillas.
8. Una civilización muy avanzada
Pese a todas las historias en torno a los sumerios, la traducción de una de las tablillas de arcilla, en 2015, da cuenta de que astrónomos antiguos hicieron cálculos matemáticos muy precisos de la órbita de Júpiter, unos mil cuatrocientos años antes que los europeos.
Y se cree que la civilización posterior a los sumerios, los babilonios, creó la trigonometría, unos mil años antes que los griegos antiguos.
También se cree que los sumerios sentaron las bases para el crecimiento de la humanidad. El cuestionamiento sigue siendo si realmente tuvieron ayuda de seres de otro planeta para lograr tantos avances.
Aún hay muchas incógnitas y tablas de arcilla por descubrir y traducir, ya que los cálculos astronómicos de Júpiter fueron realizados por babilonios del siglo I a.C., no por sumerios.
Los sumerios desaparecieron como cultura dominante hacia el 2000 a.C. Además, estos cálculos geométricos son un logro intelectual humano, no evidencia de intervención extraterrestre. La trigonometría babilónica es impresionante, pero fue desarrollada dentro de una tradición matemática local, no como resultado de “ayuda alienígena”.
Es necesario aclarar que estos avances se deben a los babilonios, no a los sumerios, y forman parte de una tradición científica humana altamente desarrollada, no de intervención alienígena. La idea de que tales logros requieren ayuda exterior subestima el ingenio de las civilizaciones antiguas.
9. ¿Dónde se ubica el Santuario de los Anunnaki?
Los estudiosos del tema han hallado muchas similitudes entre las mitologías de los Anunnaki y los Nefilim, especialmente en cuanto a su carácter de seres divinos o semidivinos que interactúan con la humanidad en tiempos antiguos.
Edward Lipinski hizo un análisis de diversos textos antiguos en 1971, incluyendo la versión babilónica antigua de la Epopeya de Gilgamesh. En todos hay interesantes detalles sobre la real ubicación del santuario de los Anunnaki, según la cosmología oriental antigua.
Luego del análisis, Lipinski concluyó que, en la versión babilónica antigua de la Epopeya de Gilgamesh, “el hogar” de los Anunnaki se corresponde con el Hermón y el Líbano.
Aunque en mitologías posteriores se indican otras ubicaciones para el hogar de los Anunnaki, este académico explica que los textos cananeos mesopotámicos y del Cercano Oriente más antiguos hacen alusión al bosque de cedros del monte Hermón.
No hay registros de que Edward Lipiński afirmó que el monte Hermón fuera el hogar de los Anunnaki. Esa interpretación es incorrecta: los Anunnaki pertenecen a la tradición mesopotámica, mientras que el Hermón está asociado con figuras bíblicas y cananeas como los Nefilim. No hay conexión histórica o textual directa entre ambos. La idea de un santuario allí es una mezcla moderna de tradiciones distintas, no un dato antiguo.
10. El origen sumerio-acadio de los Anunnaki
La civilización sumerio-acadia existió en Oriente Medio, entre los ríos Tigris y Éufrates, hace entre cuatro mil o cinco mil años. Se sabe de su existencia por los textos antiguos y las excavaciones arqueológicas.
Aunque aún son muchas las cosas que se desconocen, la evidencia sugiere que fue una cultura muy avanzada para su época, cuyas creencias se develan a partir de las inscripciones en tablillas de arcilla. Precisamente, de estas tablillas fue que los investigadores leyeron la palabra y pronunciaron “Anunnaki”. De acuerdo con sus interpretaciones, el término era usado por los antiguos pobladores de Mesopotamia para referirse a dioses y espíritus jóvenes de la naturaleza y el Inframundo. Aparentemente, no existía una veneración particular, sino que creían que cada bosque o arroyo tenía un alma, que debía ser respetada.
Los expertos sostienen que los Anunnaki no eran espíritus de la naturaleza, sino dioses principales del panteón mesopotámico, asociados al destino y al orden cósmico. Sí existía una veneración formal hacia ellos, expresada en templos y rituales en ciudades como Nippur y Eridu.
11. ¿Quién sentó las bases del mito moderno?
Se cree que hasta mediados del siglo XX no se tenía idea de que los Anunnaki tuvieran conexión con otros planetas o los reptiles. Se les concebía como “dioses jóvenes, comunes y corrientes”, a quienes se les imaginaba como personas con rasgos animales.
El mito moderno tiene su base en un escritor llamado Erick von Däniken, acusado de fraude. En su libro Carros de los Dioses, en 1960, propone la idea de que los extraterrestres vinieron a la Tierra en el pasado y fueron una influencia determinante para el desarrollo de nuestra civilización.
Por otro lado, fue este mismo autor el que popularizó la idea de que fueron los extraterrestres quienes construyeron las pirámides de Egipto.
Von Däniken no habla de reptilianos ni menciona la palabra “Anunnaki”, pero fue su libro el fundamento de todas las leyendas urbanas posteriores.
Estos planteamientos serían desarrollados posteriormente por Sitchin, en 1976. Lo cierto es que, von Däniken nunca mencionó a los Anunnaki ni desarrolló teorías sobre ellos. Fue Sitchin, no von Däniken, quien creó la conexión entre los Anunnaki y los extraterrestres. Atribuirle a von Däniken el origen de este mito es incorrecto.
12. La teoría de Sitchin
De origen judío y radicado en Estados Unidos, Sitchin era un periodista y editor de un periódico. Se dedicó a aprender acadio y sumerio por cuenta propia. Esto lo llevó a traducir las tablillas de arcilla, llegando a la conclusión de que los profesionales que las tradujeron anteriormente habían hecho una mala interpretación de estos textos antiguos.
Sitchin, en su libro El 12° Planeta, explicó que los mitos de origen sumerio y acadio debían interpretarse de forma literal. En este sentido, extrajo de los textos antiguos conceptos como “Nibiru”, un planeta de órbita alargada que cada tres mil seiscientos años se aproxima al Sol. Justamente, según Sitchin, en este planeta es donde habitan los Anunnaki quienes, para ese momento, aún no poseían rasgos reptilianos.
De acuerdo con este escritor, los Anunnaki visitaron la Tierra por primera vez hace unos cuatrocientos cincuenta mil años, cruzándose con el Homo Erectus y originando a los humanos modernos. Estos seres de otro planeta gobernaron el nuestro por miles de años, hasta que hubo una ofensa por parte de los humanos y los destruyeron. De hecho, en su libro El 12° Planeta, narra la historia del rescate de personas en un submarino, así como la guerra nuclear entre los Anunnaki.
Se debe destacar que Sitchin no era especialista en lenguas antiguas, y sus traducciones han sido rechazadas por los expertos. Términos como “submarinos”, “guerras nucleares” o “cruce con Homo erectus” no aparecen en las tablillas: son invenciones suyas, no hallazgos arqueológicos.
13. ¿Existe el planeta Nibiru?
El trabajo de Sitchin fue considerado como un disparate profesional por orientalistas, antropólogos, arqueólogos y paleontólogos; algunos hasta catalogaron de “ridícula” su obra, desde el punto de vista astronómico.
Incluso su título, El 12º Planeta, alude a una afirmación del autor en la que los antiguos sumerios conocían justamente doce planetas: los ocho reconocidos por la astronomía moderna; además del Sol, la Luna, Plutón y Nibiru.
No obstante, la presencia de un gran cuerpo en el cinturón de Kuiper, en el que su órbita se acercaría a la Tierra cada tres mil seiscientos años, no es un hecho que, hasta ahora, se haya confirmado.
Sin embargo, los sumerios no conocían Plutón ni el sistema solar moderno. Solo identificaban siete cuerpos “errantes”, incluyendo Sol y Luna. Nibiru no era un planeta físico con órbita de 3600 años: esa idea es una invención de Sitchin sin respaldo en los textos antiguos.
14. ¿Cuáles eran las deidades asociadas con los Anunnaki?
No existe un listado completo de los nombres de todos los Anunnaki. A ellos se hace referencia como un grupo, de acuerdo con lo que se menciona en cada uno de los textos literarios. El trabajo se dificulta puesto que no hay una descripción consistente de cada uno y tampoco hay consenso sobre cuántos Anunnaki eran ni cuáles eran sus funciones.
En principio, se creía que los Anunnaki eran deidades celestiales con poderes supremos. Por ejemplo, en el poema “Enki y el Orden Mundial”, los Anunnaki rinden homenaje a Enki y su morada se ubica en el pueblo de Sumer. En este poema, también se afirma que estos dioses son los que decretan el destino de la humanidad.
De acuerdo con versiones en los diversos textos, hay deidades principales que son como patronas de una ciudad específica y se dedicaban a proteger los intereses de dicha ciudad. En uno de los textos se cuenta que había hasta 50 Anunnaki vinculados con la ciudad de Eridu.
Por otra parte, cuando se habla del descenso de Inanna al Inframundo, se dice que solo hay siete Anunnaki y fungen como jueces.
A estas deidades sumerias también se les asocia con cuerpos celestes específicos; así, por ejemplo, Inanna se correspondía con el planeta Venus, Utu con el Sol, Nanna con la Luna, An con las estrellas del cielo ecuatorial, Enlil con las del cielo del norte y Enki con las del cielo del sur.
Los Anunnaki no eran solo celestiales: muchos estaban ligados al inframundo. Su número variable (siete o cincuenta) es simbólico, no literal. Además, las asociaciones con planetas provienen de tradiciones babilónicas tardías, no del sumerio temprano, y algunas, como la de Enki con el sur, carecen de respaldo textual.
15. La mitología moderna de los Anunnaki
A inicios de la década de 1990, el periodista y comentarista deportivo David Icke introdujo el mito moderno sobre los Anunnaki. Icke habló de una conspiración mundial. En el seno de sus especulaciones, se retomó la idea de una conspiración secreta de reptiles y afirmó que los Anunnaki eran quienes tenían el control secreto de todo.
La información circuló por el internet, siendo del agrado de fanáticos de teorías conspiracionistas en todo el mundo.
De hecho, la histeria colectiva por el fin del mundo en el año 2012, según el calendario maya, fue crucial para que cobraran fuerza los mitos en torno a los Anunnaki, aun cuando no hubiese conexión entre mayas y sumerios.
No obstante, todo lo que se dice acerca de ello sigue siendo sobre la base de especulaciones que, a juicio de expertos y académicos, carecen de fundamentos.
Hasta los momentos, no hay evidencia arqueológica ni astronómica que respalde la teoría de unos extraterrestres que pudieron influir en la evolución humana.
Pero la idea de que los Anunnaki son reptilianos es una invención moderna sin base en la iconografía mesopotámica. Los sumerios los representaban como humanos, no como seres reptiles. Tampoco existe conexión alguna entre los Anunnaki y el calendario maya del 2012. Estas ideas pertenecen a la mitología conspiranoica contemporánea, no a la historia antigua.