¿Cómo nació el primer dinosaurio? ¿Qué sabe la ciencia actualmente del origen del primer dinosauario?
El primer dinosaurios quizás se originó cerca del Ecuador por la abundancia de fósiles en Argentina y Zimbabue. O quizá no. O quizá se originó en el suroeste del supercontinente Gondwana, como los investigadores habían pensado.
¿Qué información certera se tiene sobre el primer dinosaurio? ¿Es cierto que pudieron habitar zonas cálidas? ¿Qué misterios aún falta por develar? ¡Conozcamos hoy 15 datos sobre el misterioso primer dinosaurio!
1. El verdadero “origen” de los dinosaurios
El origen de los dinosaurios se ubica en Brasil, Argentina y Zimbabue, donde se hallaron los fósiles más antiguos conocidos y datados de hace unos 230 millones de años. Sin embargo, diferencias entre estos fósiles hacen pensar que estos seres evolucionaron mucho antes de estos hallazgos y, de acuerdo con un estudio reciente del University College de Londres (UCL), se cree que los restos de dinosaurios más antiguos pueden estar escondidos en el Amazonas y otras zonas ecuatoriales de América del Sur y África.
Los primeros dinosaurios conocidos son Eoraptor, Herrerasaurus, Coelophysis y Eodromaeus.
2. Encontraron un fósil extraño en Estados Unidos que cambia todo
El descubrimiento reciente de unos fósiles correspondientes al dinosaurio más antiguo conocido en Norteamérica, un raptor de 230 millones de años y del tamaño de un pollo, da fuerza a la teoría de que los dinosaurios habitaban en el hemisferio norte para esa época. Los paleontólogos creían que los dinosaurios solo residían en el hemisferio sur, pero este hallazgo cambió las zonas de ubicación de dinosaurios, convirtiendo al ecuador en un punto medio, en lugar de un límite septentrional.
3. Los científicos usaron un simulador para encontrar este lugar donde se originaron los dinosaurios
Los investigadores simularon la distribución de los primeros dinosaurios a través de un modelo informático. Para ello, introdujeron las relaciones evolutivas conocidas entre los primeros grupos de dinosaurios, así como las barreras climáticas y geográficas que pudieron bloquear los desplazamientos de estos reptiles. También consideraron los vacíos en el registro fósil, considerando zonas donde hasta ahora no se han hallado fósiles, en lugar de catalogarlas como zonas “donde no existen fósiles de dinosaurios”.
Los resultados evidenciaron que quizá los primeros dinosaurios se originaron en zonas ecuatoriales cálidas de Gondwana, incluyendo la actual Amazonia, el desierto del Sahara y la cuenca del Congo. Los científicos creen que la ausencia de registro fósil de esta zona es porque las zonas son inaccesibles y a los investigadores tal vez se les pasa por alto enfatizar la búsqueda en estas regiones.
4. Los primeros dinosaurios eran pequeños
El simulador del estudio reciente arrojó otros datos interesantes sobre los primeros dinosaurios, como que eran más pequeños que sus sucesores, de tamaño similar al de un perro o un pollo, bípedos y quizás omnívoros.
5. Relaciones entre dinosaurios antiguos y sus parientes
Como había incertidumbre sobre las relaciones entre los dinosaurios antiguos y sus parientes, los investigadores usaron un modelo con la propuesta de tres árboles evolutivos diferentes. Así, se halló un fuerte respaldo hacia un origen gondwánico de baja latitud de los dinosaurios en el modelo, que tenía a los silesáuridos —considerados primos de los dinosaurios, mas no dinosaurios— como ancestros de los dinosaurios ornitisquios. Los ornitisquios, uno de los grupos principales de dinosaurios que luego incluyeron a los herbívoros Stegosaurus y Triceratops, están secretamente ausentes del registro fósil de estos primeros años de la era de los dinosaurios. Entonces, si los silesáuridos son ancestros de los ornitisquios, esto llenaría el vacío en el árbol evolutivo.
6. Su adaptación al clima
El estudio indica que los primeros dinosaurios pudieron adaptarse bien a los ambientes cálidos y áridos de la zona ecuatorial. De hecho, de los tres grupos principales considerados para la simulación, los saurópodos (donde se incluye al Brontosaurio y al Diplodocus) parecían tener preferencia por el clima cálido, por lo que se mantenía en las latitudes bajas de la Tierra. Sin embargo, la evidencia también sugiere que, de los otros dos grupos, los terópodos y ornitisquios pudieron haber desarrollado la capacidad de producir su propio calor corporal durante el período Jurásico, lo que permitió que pudieran subsistir en zonas más frías, incluyendo los polos.
7. El primer dinosaurio en ser nombrado: el Megalosaurus
En la cantera inglesa de Stonesfield se halló un gigante reptil que necesitaba ser nombrado y fue en 1824 que el geólogo de la Universidad de Oxford, William Buckland, bautizó la colección de piezas esqueléticas de Stonesfield como Megalosaurus, el primer dinosaurio en tener un nombre científico.
Pero Buckland no sabía que el Megalosaurus era un dinosaurio, pues el término “dinosaurio” se acuñó 18 años después. En esa época la geología y la paleontología eran aún muy nuevas, y el significado de las criaturas fosilizadas apenas empezaba a comprenderse. De hecho, fue en 1799 que los naturalistas aceptaron que la extinción era una realidad y que las rocas de la Tierra eran el fiel testimonio de especies extrañas y desaparecidas, siendo el Megalosaurus una de ellas.
8. Se creía que el Megalosaurus era un reptil gigante
Buckland creía que el Megalosaurus era un reptil gigante. Consideraba que todos los huesos hallados se correspondían con seres de edades y tamaños variados, pero del mismo animal. Sin embargo, al juntar las piezas, se representaba una criatura muy diferente a los reptiles conocidos. Pese a que los huesos de las patas hacían referencia a un animal con patas erguidas, como la mayoría de los mamíferos, los dientes eran de reptiles. Se cree que era un anfibio y los fósiles de dientes de cocodrilo y caparazones de tortuga hallados en la misma cantera parecen darle fuerza a esta hipótesis.
9. Resultó ser un depredador bípedo
Con el transcurrir de dos siglos, la imagen de Megalosaurus es bastante diferente. Los paleontólogos han revisado nuevamente los huesos originales e indican que fue un depredador bípedo que circuló por la costa jurásica. El dinosaurio se paseó por lo que hoy es Inglaterra, hace unos 166 millones de años.
Siendo uno de los carnívoros más grandes de su tiempo, su altura adulta era de más de seis metros, acechaba sobre dos patas, tenía un cráneo largo y bajo, con dientes curvados, quizá de brazos cortos y robustos, con grandes garras como su pariente posterior Torvosaurus.
10. No se tiene un esqueleto completo de Megalosaurus
Hasta el presente no se ha encontrado un esqueleto completo de Megalosaurus. Es como intentar armar un rompecabezas cuando tienes muchas piezas de diferentes ejemplares, pero no una caja completa de uno solo. Además de los huesos descritos inicialmente por Buckland, los expertos atribuyeron otros fósiles de Inglaterra y de otros lugares a Megalosaurus, pues eran similares. No obstante, algunas piezas de Megalosaurus han desaparecido y esta especie sale a relucir cuando se habla de la historia de estos animales prehistóricos y no como una variedad relevante en los nuevos estudios sobre la vida y evolución de los dinosaurios.
11. No todos los huesos encontrados eran de Megalosaurus
Algunos huesos atribuidos a Megalosaurus resultaron ser de otros dinosaurios. En 2009, se nombró al terópodo Cruxicheiros, partiendo de huesos del Jurásico que habían sido identificados como Megalosaurus. También un fragmento de mandíbula dentada ciertamente representaba un nuevo dinosaurio, llamado Duriavenator. Sin embargo, se reconoció con seguridad partes de la mandíbula, el cráneo, las extremidades anteriores, las extremidades posteriores, las costillas y el vertebrado de Megalosaurus; lo que muestra una visión estimada de su esqueleto. Aun cuando este pueda estar incompleto, los expertos cada vez están más seguros de cuáles piezas son de Megalosaurus, al compararlo con dinosaurios similares e ir configurando un árbol genealógico.
12. No era un anfibio
El Megalosaurus no era un anfibio, como creía Buckland, aunque tal parece que sí habitó en las vías fluviales del Jurásico. Los huesos de Megalosaurus se hallaron en rocas formadas en entornos costeros, donde los sedimentos de plantas y animales terrestres eran arrastrados a aguas poco profundas, por lo que se cree que vivió en las adyacencias. Como el Megalosaurus está emparentado con los espinosaurios piscívoros, y estos están dentro del grupo más amplio de los megalosaurios, quizá esta especie también era piscívora, siendo el tipo de dinosaurio que originó a los espinosaurios especializados.
13. Los primeros dinosaurios eran superados en número por sus parientes
Se cree que los primeros dinosaurios fueron superados significativamente en número por otros reptiles, como los pseudosuquios (un grupo variado de especies de hasta diez metros) y los pterosaurios (las primeras criaturas en volar mediante el aleteo en lugar del planeo).
14. ¿Cuándo se volvieron dominantes?
Los dinosaurios fueron una especie dominante luego de que las erupciones volcánicas aniquilaran a muchos de sus parientes reptiles, hace 201 millones de años.
15. La extinción de Megalosaurus
Su extinción fue gradual y por razones ecológicas y evolutivas. Aunado a las fluctuaciones climáticas y ambientales que afectaron los ecosistemas, el Megalosaurus era una especie muy primitiva, lo que dificultó su adaptación a los nuevos entornos, algo que sí lograron sus descendientes y demás parientes, hasta desplazarlos totalmente.
Cuando los científicos descubrieron a Megalosuarus, no creían en la existencia de una criatura así. Actualmente, a 200 años de su nombramiento, apenas estamos conociendo realmente a un reptil jurásico más peculiar de lo que pensamos. Tal vez dentro de otro siglo podamos tener armado completamente el rompecabezas de esta especie.