De la nobleza europea al continente americano, Carlota fue una regente con clase, firmeza y autoridad que hizo por México mucho en tan poco tiempo. Aun cuando no tuvo el mejor recibimiento en el país azteca, dio lo mejor de sí y demostró para qué fue educada. Hoy conoceremos 25 datos interesantes sobre la vida y triste final de la hija de Leopoldo I.
1. Carlota de México era hija del rey de Bélgica
El 7 de junio de 1840 nació la hija de Luisa María de Orleans (princesa francesa) y de Leopoldo I (rey de Bélgica), a quien nombraron como María Carlota Amelia Augusta Victoria Clementina Leopoldina de Sajonia-Coburgo-Gotha y Orleans. En la familia eran una mujer y cuatro hermanos.
2. La princesa del “cuento de hadas”
Tuvo una educación exclusiva en áreas como la geografía, música, filosofía, artes políticas, idiomas, literatura, diplomacia, entre otras.
Desde muy pequeña le gustaba mucho leer, sobre todo temas inherentes a la sociedad y la política. En una biografía titulada “Carlota de México”, se le reseña como “una princesa del cuento de hadas”.
3. La educación que le dio su padre
El rey Leopoldo I de Bélgica la educó para gobernar. Tal vez su padre ya veía su genialidad y habilidad para los asuntos políticos, proyectando una gran vida para su consentida, pero el destino le jugó una mala pasada.
4. “La princesa más hermosa de Europa”
Desde adolescente llamaba la atención de hombres contemporáneos, incluso pertenecientes a algunas casas reales de Europa, de allí que su padre le decía “la princesa más hermosa del mundo”. Sin embargo, ella solo se pudo fijar en uno: un joven elegante, seductor y encantador.
5. Los pretendientes que rechazó
Siendo una joven de “sangre azul”, su formación se orientaba a la unión con un heredero de alguna casa real; pero Carlota rechazó a muchos de sus pretendientes, incluyendo a Pedro V de Portugal y a Jorge de Sajonia.
Durante un viaje a Bélgica del hermano del emperador austríaco Francisco José, el archiduque Maximiliano, Carlota se enamoró perdidamente de él.
6. ¿Por qué se casó con Maximiliano I?
Su unión con Maximiliano realmente se debía a intereses políticos de su padre. Y a Maximiliano le convenía, pues la familia de Carlota era una de las más ricas de la época y la dote le ayudaría a terminar de construir el lujoso castillo de Miramar, en Trieste, donde la pareja vivió en sus primeros años de casados.
7. La rivalidad entre Carlota y Sissi
En la corte austríaca, se sembró cierta cizaña para crear malestar entre Carlota y su concuñada Sissi, la esposa del emperador Francisco I de Austria, quien tenía una excelente relación con Maximiliano, su cuñado. Esto encendía mucho más los celos que sentía Carlota, aunado al hecho de que Sissi ya había tenido tres hijos y la esposa de Maximiliano aún no le había dado un heredero.
8. Una “misión divina”
Carlota y Maximiliano no eran herederos directos de trono alguno, por eso cuando se enteraron de que buscaban un nuevo monarca en México, a Carlota le emocionó la idea.
Así, convenció a Maximiliano de tomar la “misión divina” encomendada, embarcándose en nueva vida hacia México, una nación bajo el dominio de Francia.
9. Su decepción al llegar a México
Los futuros emperadores de México partieron de este el 14 de abril de 1864, llegando un mes y medio después al puerto de Veracruz. Como presagio de lo que quizá les esperaba en su nueva nación, el recibimiento fue frío; de hecho, nadie salió a recibirlos.
No obstante, al llegar a la capital, el 12 de junio, fueron recibidos por una multitud que los acompañó hasta la Catedral y el Palacio Nacional.
10. Lo que Carlota decía de México
Carlota le contó a la condesa d’Huslt lo siguiente: “El país es hermoso y sus alrededores encantan. No hace ni frío ni calor; es un clima muy similar al de otoño”.
11. Lo que Carlota dijo luego de la coronación
El 10 de abril de 1864, en la Catedral de Ciudad de México, se llevó a cabo la coronación. Para convertirse en los emperadores de México, juraron por la prosperidad y bien del país, asegurando su independencia y manteniendo íntegro su territorio.
Carlota decía: “Soy muy feliz en este lugar, al igual que Maximiliano. Ser emperadores nos cae de maravilla. Éramos muy jóvenes para estar sin oficio”.
12. ¿Por qué Carlota asumió el poder?
La norma imperial dictaba que, cuando el emperador estuviese ausente, Carlota asumiría como regente, situación que se volvió muy frecuente porque Maximiliano viajaba mucho y su ausencia en la capital era evidente.
Se dice que Carlota poseía don de mando, era hábil y tenía más firmeza en cuestiones políticas que su propio marido.
13. Lo que Carlota hizo por México
Durante las ausencias de su esposo, Carlota emprendió planes sociales, de caridad y de desarrollo de infraestructura.
En materia educativa, promulgó la Ley de Instrucción Pública, que aseguraba la educación básica gratuita y de carácter obligatorio. Además, creó escuelas y otros centros académicos.
También inició mejoras en el transporte y la comunicación, restringió el horario de trabajo y el uso de los niños como fuerza laboral. Aunado a ello, tenía proyectos interesantes en el contexto artístico.
14. Era autoritaria
Aprovechando su figura de regente, sus decisiones no las discutía con los ministros, sino que insistía hasta que fuesen aprobadas; por lo que muchos proyectos que emprendió no eran del conocimiento del Consejo. Uno de esos fue una junta para garantizar la protección de las indígenas.
15. La infelicidad de Carlota
Las frecuentes infidelidades de Maximiliano abonaban la infelicidad de Carlota y frustraba más su esperanza de ser madre. Se tornó irritable y su estado físico se deterioró mucho, pues apenas comía.
16. ¿Por qué se entrevistó con el papa?
Para salvar a su esposo del fusilamiento, llegó a entrevistarse con el papa, pero no logró su cometido: Maximiliano fue ejecutado el 19 de junio de 1867 en el Cerro de las Campanas.
17. Sus delirios
Se dice que ya a los 26 años había enloquecido: no confiaba en nadie y casi no dormía. Creía ver en cualquier lado personas que querían envenenarla.
Así que estuvo gran parte de su vida en las tinieblas, recluida en un cuarto con barrotes, aislada totalmente, inmovilizada y castigada con agua helada.
18. Las exigencias de Carlota
Cuando creía que su vida estaba amenazada, exigía que cocinaran en sus aposentos y solo tomaba agua que ella misma recogiese de fuentes públicas.
19. Escribió más de 200 cartas
Estando ya recluida y aislada en soledad, en Bélgica, sus delirios fueron revelados en más de 200 cartas. Las misivas fueron rescatadas, traducidas y publicadas en México por la escritora Martha Zamora, en 1940, con el título “Una emperatriz en la noche”.
20. ¿Realmente estaba loca?
Supuestamente, Carlota fingió su locura, porque aparentemente —al salir de México— estaba embarazada de Alfred van der Smissen, jefe de su guardia imperial.
21. El extraño remedio que le dieron para poder concebir
Algunos dicen que sí estaba loca y que la locura se la provocó un brebaje herbolario, hecho a base de seta teyhuinti, que le recomendaron para que pudiera quedar embarazada.
22. El día que estuvo a punto de morir abrasada
En 1879, el palacio de Tervuren, al este de Bruselas, se incendió por un descuido de la servidumbre. Mientras todos huían del fuego, Carlota se quedó sentada en la cama, viendo cómo las llamas consumían todo a su alrededor. Unos sirvientes lograron sacarla a la fuerza.
23. El diagnóstico que la condenó al aislamiento
Luego de que estuvo a punto de morir abrasada, la llevaron al castillo de Bouchout, al norte de Bruselas, con la razón ya perdida. Su diagnóstico fue desolador: brotes de esquizofrenia, episodios de agresividad, manía persecutoria, megalomanía y timidez.
24. Lo que dijo antes de morir
El 19 de enero de 1927 murió en el castillo de Bouchout, en los alrededores de Bruselas. Se cuenta que antes de fallecer dijo: “Todo aquello terminó sin haber alcanzado el éxito”.
25. Inspiró una canción
Fue una figura tan importante en México, que inspiró la canción “¡Adiós, mamá Carlota!”.
Fue escrita cuando la emperatriz abandonó el país azteca rumbo a Europa, en busca de ayuda para salvar el decadente imperio de su esposo, luego de que Napoleón III los abandonara.
Después de todo, Carlota fue una gobernante que dejó una huella profunda en México y en su gente, aunque tuvo un triste final.