¿Sabías que las ciudades bíblicas que creías legendarias están siendo descubiertas una por una?
Desde las ruinas de Sodoma y Gomorra hasta los impresionantes restos de Nínive, hallazgos arqueológicos sobre el mundo antiguo ofrecen una visión importante de lo que fueron estas civilizaciones.
Hoy conoceremos diez ciudades bíblicas perdidas, cuyos restos revelan una gran riqueza cultural.
1. Sodoma y Gomorra, las ciudades del pecado
Según Génesis, Sodoma y Gomorra fueron destruidas por Dios con una lluvia de fuego y azufre. Aunque durante mucho tiempo los expertos más escépticos no creían en su existencia, un grupo de arqueólogos halló un sitio cerca del mar Muerto, coincidente con estas ciudades.
Las ruinas de Tall el-Hammam evidencian signos de destrucción, quizá por un meteorito o una tormenta de fuego, en la Edad de Bronce, lo cual concuerda con el relato bíblico.
Se cree también que la ocurrencia de un sismo de gran magnitud en dicha zona, en el año 1900 antes de Cristo, pudo provocar su colapso.
2. Caná, un sitio de milagros
Caná es el sitio donde Jesús obró su primer milagro: el de convertir el agua en vino. Aun cuando los expertos debaten su ubicación exacta, los arqueólogos identificaron unas ruinas en el Israel actual que concuerdan con las descripciones bíblicas de Caná, como la existencia de antiguos lagares.
El relato bíblico ubica a Caná en Galilea. Popularmente, se le sitúa al norte de Nazaret, en el asentamiento de Khirbet Qana, y los expertos descubrieron vestigios de ocupación (casas, tumbas y una sinagoga) durante el período romano, en los tiempos de Jesús.
Se cree que Kefr Kenna también podría ser Caná, pero el sitio carece de evidencia romana concluyente.
3. Babilonia, el imperio de la corrupción espiritual
Hablar de Babilonia es hablar de poder y opulencia; bíblicamente, se le señala como un lugar de exilio e idolatría.
Se cree que sus ruinas se encuentran en el actual Irak, pues los arqueólogos hallaron restos de los Jardines Colgantes, de la Puerta de Ishtar y de un zigurat con características propias de la Torre de Babel.
Según el relato bíblico, Babilonia fue una ciudad real en el mundo antiguo. Se fundó en el 2300 antes de Cristo, cerca del río Éufrates, y fue Hammurabi quien construyó el imperio del siglo XVIII antes de Cristo, pero este se desintegró luego de su muerte. Más de 1000 años después resurge como el imperio Neobabilónico, en el siglo VII antes de Cristo, a manos de Nabucodonosor II, imperio enriquecido con un gran templo, una gran muralla y demás lujos.
No obstante, su historia da cuenta que no estaba destinada a sobrevivir: las guerras fueron el preámbulo para su larga decadencia y solo ruinas subsisten en el desierto iraquí, las cuales fueron dañadas aún más cuando en la Guerra de Irak, EE.UU. construyó una base militar en el lugar.
4. Betsaida, cuna de apóstoles
Betsaida es una ciudad de gran importancia bíblica, pues en ella nacieron tres apóstoles (Pedro, Andrés y Felipe) y Jesús ocasionalmente también moró allí. Tuvo una gran muralla y una enorme puerta flanqueada por dos torres. Pese a su fortaleza, fue sitiada por los asirios en el siglo VIII antes de Cristo.
Según los hallazgos arqueológicos, en algún momento fue reconstruida y rebautizada como Julias, en el siglo I d. C., como una complacencia hacia los emperadores romanos.
Se cree que sus habitantes la abandonaron, lo que dificultó su ubicación. No obstante, en 1838, los expertos propusieron el yacimiento de Et-Tel, cerca del mar de Galilea, como el sitio de Betsaida, y no fue sino hasta 1980 que fue identificada como tal.
Sin embargo, en 2022, expertos ubicados en el sitio de El-Araj afirman que esa es la verdadera Betsaida, por la evidencia de mosaicos e inscripciones en una iglesia de la era bizantina que puede ser la casa de Pedro; vestigios que no han sido hallados en Et-Tel, pese a ser un sitio convincente para la ubicación de Betsaida.
5. Susa, ciudad de exuberantes jardines y opulentos banquetes
Susa es la ciudad donde Ester se esforzó por salvar a los judíos del genocidio. Existió como un asentamiento prehistórico, aproximadamente desde el 7000 a. C. Después de muchos siglos fue que se convirtió en la ciudad mencionada en la Biblia. Fue conquistada por los babilonios en el 1764 a. C.
Cuando Babilonia cae, ella resurge como una ciudad independiente y se consolida como una urbe de gran importancia económica y arquitectónica hacia el año 1200 a. C.
Aun cuando fue invadida en varias ocasiones, su riqueza y belleza fueron preservadas. Sin embargo, el Imperio sasánida, en el siglo IV d. C., la saqueó nuevamente.
Finalmente, fue sometida por los mongoles en el año 1218 d. C., quedando sus ruinas olvidadas hasta inicios del siglo XIX, cuando arqueólogos europeos se apersonaron al lugar y descubrieron la emblemática ciudad.
6. Dan, ciudad privilegiada de Siria
La ciudad de Dan inicialmente fue un asentamiento datado en la Edad de Bronce, hace unos 7000 años, de acuerdo con las excavaciones realizadas. Sin embargo, en la Biblia se le menciona como Lesem o Lais.
Los hallazgos arqueológicos reportan la existencia de muros cananeos del siglo XVIII a. C. La evidencia sugiere que, en algún momento del siglo XII a. C., los cananeos fueron derrotados y desplazados por una cultura diferente; bíblicamente se alude a que fue la tribu de Dan la que tomó la ciudad de Lais y la nombró como sí misma.
También se ha hallado un monumental templo construido por los israelitas, quienes también habitaron Dan, y muchas riquezas de la Edad de Bronce.
Dan estaba ubicada en una zona del norte de Siria, privilegiada comercialmente, cuyas referencias también son no bíblicas, dada su importancia, ya que fue mencionada por los antiguos egipcios y por Flavio Josefo en el siglo I.
Según el relato bíblico, su caída se dio por la adoración pagana del dios Baal, además de las incursiones invasoras que obligaron los desplazamientos.
7. Meguido, origen de “Armagedón”
El nombre original de este sitio es “Har Meguido” (colina de Meguido), una antigua ciudad de Israel de la que se cree que proviene la palabra “Armagedón”, mencionada en el Apocalipsis. Fue una ciudad testigo de muchos conflictos bélicos. Es un lugar históricamente único, cuya población decayó en el siglo V a. C.
Desde 1903 se iniciaron excavaciones arqueológicas en 20 asentamientos de su ubicación. Los resultados de los hallazgos también apuntan a que fue una ciudad cananea que prosperó antes de ser invadida por egipcios, israelitas, asirios y persas.
8. Jericó, la ciudad de las palmeras
Es una de las ciudades bíblicas más famosas, que sufrió un dramático derrumbe de sus murallas. Ha sido uno de los lugares antiguos más habitado de forma continuada en la Tierra.
Los hallazgos arqueológicos evidencian la existencia de capas pertenecientes a las antiguas murallas, datadas del año 8000 a. C., las cuales revelan una dramática historia de construcción, destrucción y reconstrucción.
9. Nínive, la ciudad arrepentida
Capital del Imperio asirio, Nínive fue la ciudad más grande del mundo en su momento. Reconocida por su arrepentimiento ante la advertencia de Jonás, su ubicación está cerca de la actual Mosul en Irak.
Las excavaciones iniciaron en el siglo XIX y revelaron muros impresionantes con grabados sobre las conquistas asirias; así como un sistema de canales para transportar el agua a la ciudad. El asentamiento data de hace unos 9000 años y la ciudad fue habitada hasta el siglo XVI d. C., según los restos arqueológicos.
10. Siquem, una ciudad entre dos montañas
Siquem es mencionada en el Génesis, cuando Dios ordenó a Abraham sacar a su familia de su tierra natal. La ciudad está ubicada en terrenos montañosos de lo que actualmente es Palestina. Fue un lugar bastante popular desde el 1900 a. C., que se convirtió realmente en ciudad cuando se construyeron puertas y murallas fortificadas.
Fue difícil hallar los restos de la ciudad, pues no había consenso sobre su ubicación exacta. Su descubrimiento se dio por arqueólogos alemanes en 1903, pero las excavaciones empezaron en 1913.
Este recorrido histórico y arqueológico nos hace pensar en las otras ciudades perdidas que serán encontradas con el avance de la tecnología.