La magia de la pluma permitió al Poeta Supremo florentino saltar de la dulzura del amor eterno a las horribles torturas del infierno. Conoce la extraña y lengendaria vida de Dante Alighieri.
El pequeño Dante locamente enamorado
No fue ajeno al enamoramiento y a sus dulces efectos. Él tenía 9 años y ella 8 cuando la conoció, y esa imagen femenina e infantil ataviada con un vestido de un profundo rojo oscuro acompañó a Dante Alighieri por siempre.
La historia no da un rotundo sí a la existencia de Beatriz, pero algunos autores aseguran que era hija de un hombre poderoso de Florencia y, tal vez, en una reunión que este ofreció en su palacio, fue donde Dante la conoció, su corazón hizo click y la amó para siempre: “Desde ese momento en adelante, el amor gobernó mi alma”, diría el autor de la Divina Comedia (1304-1321).
Un sueño se lo dijo
Aunque no pudo ir más allá del amor platónico, y parece que jamás entablaron una conversación, él la hizo musa de su famosa poesía La vita nuova (La vida nueva).
Beatriz murió muy joven, a los 24, y el poeta italiano inmortalizó su dolor, un dolor conocido por su corazón antes del fallecimiento porque Dante confesó que un sueño le anunció la triste noticia en 1290:
“Me pareció ver que poco a poco se enturbiaba el Sol, aparecían las estrellas y lloraban, que los pájaros caían volando por el aire y que la tierra temblaba.
Un hombre descolorido y macilento se me apareció y me dijo: ‘¿Qué haces? ¿No sabes la noticia? Ha muerto tu dama, que era tan hermosa’“.
Enamorado a los 9 de una diosa y casado a los 12
El poeta se casó a los 12 años, allá por el 1285, con Gemma Donati y tuvieron 4 hijos: Antonia, Giovanni, Jacopo y Pietro.
Su matrimonio ya estaba decidido desde 1277.
Pero no fue Gemma la dueña del corazón de Dante, ni Gentucca, a quien más adelante conoceremos. Beatriz y solo Beatriz es protagonista en su corazón de enamorado no correspondido y en la Divina Comedia, ¡qué honor!
En la obra, ella guía al autor por los caminos de la virtud, lo rescata, lo protege, es una diosa, su diosa.
No pudo demostrar su noble cuna
Dante nació en 1265 en Florencia, Italia, en el seno de una familia de baja nobleza. Si bien su padre, Alighiero di Bellincione, tenía amigos poderosos y era partidario del Papa, no tenía en su biografía vínculos nobles.
Para compensar la baja altura de su cuna, el Poeta Supremo quiso demostrar que su árbol genealógico tenía raíces en las altas esferas del imperio romano. Jamás pudo hacerlo.
¡Pero alégrense los geminianos porque el gran Durante di Alighiero degli Alighieri cumplía años un día entre el 21 de mayo y el 20 de junio! Por lo tanto, era del signo Géminis un dato que, aunque poco relevante, no me negarán que es interesante y curioso.
Momentos muy pero muy tristes
Su vida de 56 años le alcanzó para hacerse pensador político, teórico literario, filósofo, poeta y prosista, además de soldado de caballería.
¡Innegable, su vida de cosechas intelectuales es un tesoro que llegó al mundo!
Pero…
— Nunca pudo tener a su amada Beatriz. Al parecer, la dama jamás tuvo en su radar vincularse sentimentalmente con Dante ¡Ella era aristócrata, él no!
— A los 10 años quedó huérfano de madre.
— No hablaba griego, así que nunca pudo leer La Odisea y La Ilíada (obra que conoció por referencias) lo que constituyó una gran tristeza para él.
— Fue exiliado de su amada Florencia y jamás pudo volver so pena de ser quemado en la hoguera: ¿Por qué?
La política, siempre la política
Los problemas que le da la política a la gente parecen ser tan viejos como el hombre mismo. Lo que nos puede perjudicar es que, a veces, no se escoge el bando ganador.
¡Eso le pasó al gran Dante Alighieri! Como su padre, era partidario del Papa, es decir que formaba parte de los güelfos blancos.
Florencia se debatía por conflictos políticos que escalaron y, para no fomentar la violencia entre güelfos y negros, Dante fue nombrado como parte de una delegación que iría a conversar con el pontífice Bonifacio VIII.
Dante se quedó en Roma por pedido del Papa.
Traidor y pobre
¿Qué creen? Los negros ganaron el poder a través de Carlos de Valois, quien el 1 de noviembre de 1301 llegó a Florencia para invadirla. Carlos era hermano del rey de Francia.
Florencia estaba controlada por los negros y Dante salió mal librado del asunto: fue acusado de corrupto y traidor y condenado a muerte. Gran parte de sus bienes fueron confiscados.
Se negó a pagar una altísima multa y fue exiliado ¡Nunca pudo volver a su tierra natal!
Fatalidades afortunadas
Al parecer la providencia lo favoreció porque fue en el exilio que escribió la magnífica obra que se convertiría en un monstruo, un monumento, un gigante de la literatura universal.
¡Si no has leído la Divina Comedia, es un buen momento para comenzar!
Dicen los que saben de la vida del Poeta Supremo que, en la ciudad de Lucca, conoció a una mujer especial quien lo ayudó a sobrellevar la tristeza que le provocó estar lejos de su hogar.
Gentucca lo apoyó y él, en agradecimiento, hace mención de ella en el Purgatorio.
Pero nunca olvidó a Beatriz y no hay datos que den fe de que Gemma Donati o sus hijos lo acompañaran en su destierro de Florencia.
Amigos de toda la vida
La juventud de Dante Alighieri estuvo marcada por la presencia y la influencia literaria de cuatro nombres: Brunetto Latini, Lepo Gianni, Guido Cavalcanti y Cono de Pistoia.
Ellos fueron responsables de fundar un gran movimiento literario en Italia, el Dulce Nuevo Estilo del siglo XIII que influyó notablemente en Dante porque se orientaba a dar belleza a la poesía a través de la sutileza de significados y metáforas que desafiaban la inteligencia de los lectores.
¡Revolución!
La influencia de esta nueva forma de escribir, marcó la pluma del autor de la Divina Comedia.
Dante comenzó a escribir en un dialecto que fue llamado “florentino del toscano”, tan bello que se extendió como la espuma en la nación dueña de la Torre de Pisa.
En el siglo XIX, justamente en 1861 cuando se creó el Reino de Italia, ese dialecto fue adoptado como idioma oficial.
¿Consecuencia lógica? Dante Alighieri es descrito por muchos como padre del italiano que hoy se habla en ese país europeo.
¡Una total revolución lingüística!
Palabras inventadas
En su recorrido por el infierno, pasando por el purgatorio para ir al paraíso como protagonista de su propia obra, la Divina Comedia, Dante muestra mundos escapados de una infinita y nutrida imaginación. Para su descripción necesitaba palabras que aún no existían y, sencillamente, las inventó.
En un análisis para la sección de cultura del periódico La Vanguardia, el traductor y estudioso de la obra del florentino Poeta Supremo, José María Micó, comenta: “Se servía de la lengua a su gusto y si convenía, la inventaba”.
Estos son ejemplos de palabras que Dante inventó para adaptarse a lo que las almas experimentaban en tres mundos después de morir:
- Trasumanar: Ir más allá de lo humano
- Etternare: Lograr la eternidad
- Stenebrare: Liberar de las tinieblas
- Imparadisare: Centrar la atención en el paraíso
Tres escenarios para la muerte
En su Divina Comedia, escrita durante 13 largos años, Dante recorre a través de su prodigiosa pluma, el infierno, el purgatorio y el paraíso. Era el año 1300 cuando la gran aventura literaria comenzó.
El viaje dura una semana entre círculos de tormento para las almas que pagan por lujuria, traición y otros horribles pecados con torturas espantosas y eternas… el infierno gobernado por Lucifer.
Un monte de 7 terrazas permite que las almas expíen sus pecados por haber sido en vida personas soberbias, envidiosas, perezosas, iracundas o avaras.
En algún momento, se les perdonará para ir al paraíso donde serán felices por siempre ante la presencia de Dios cuyo poder se extiende a nueve cielos.
Jacopo preservador
La familia de Dante se quedó en Florencia cuando el exilio alcanzó al reconocido autor.
Todos sufrieron, pero uno de sus hijos, Jacopo, mantuvo comunicación con su padre y lo ayudó a buscar algunos cantos perdidos de la Divina Comedia que, extrañamente, desaparecieron.
La obra se compone de un total de 15.000 versos.
Rávena fue el lugar donde Dante Alighieri murió en 1321. Jacopo y sus hermanos, se encargaron de estudiar, comentar y preservar sus obras y extender el legado literario.
Cráter propio
¡Hasta un cráter tiene Dante a su nombre!
Y es que este hombre que tiene un lugar privilegiado en la historia se lo merece todo o, al menos, así lo creyó la Unión Astronómica Internacional que bautizó como “Dante” a un cráter ubicado en el hemisferio norte de la Luna, cara del satélite que queda oculta para la Tierra pero puede verse con la ayuda de los más sofisticados telescopios.
Un objeto espacial, al impactar a la Luna, dejó este cráter bautizado con el nombre de uno de los gigantes de la literatura universal.
Solo “Comedia”
Ningún ser humano debería evadir su encuentro con la obra cumbre de Dante Alighieri; ni tú ni yo, ni ¡nadie!
Y para cerrar, te cuento un dato curioso: no fue él quien la llamó “Divina” sino Giovanni Boccaccio, autor de los relatos terrenales de El Decamerón, biógrafo y estudioso de la vida y obra de Dante.
Para el Poeta Supremo, fue solo La Comedia, así, a secas, simple y sencillamente y la llamó así porque para él se trataba de una narración poética que empezaba mal (en el infierno) y terminaba bien (en el paraíso).